"Yo soy de los que piensan que los hombres somos de algún sitio.
Lo ideal es que seamos de un lugar,
que tengamos las raíces en un lugar,
pero que nuestros brazos lleguen a todo el mundo,
que nos valgan las ideas de cualquier cultura.
Todos los lugares son perfectos para el que está adecuado a ellos
y yo aquí en mi País Vasco me siento en mi sitio,
como un árbol que está adecuado a su territorio, en su terreno pero con los brazos abiertos a todo el mundo.
Yo estoy tratando de hacer la obra de un hombre, la mía porque yo soy yo, y como soy de aquí, esa obra tendrá unos tintes particulares, una luz negra, que es la nuestra."
Eduardo Chillida
Era una mujer mayor, seguro que con varios nietos, estaba leyendo.
Ya me saturaban el color verde, los negros y los oxidos.
Cuando volví a verla parecía que me invitaba a cambiar el estilo de las fotografías.
Y me guió al interior del caserío.
Piedra, madera, azulejos, dibujos,
gravitaciones y alabastros.
Paredes, columnas, ventanas,
escaleras y barandillas.
Salones, buardillas......
Y, sobre todo, luz, sombra.